sábado, 4 de octubre de 2025

EL CAPITALISMO

  


                                                 EL CAPITALISMO

  (Fragmento del artículo de 1921, Cambio de Cinta)



   Inconsecuente, impulsivo, atrabiliario, feroz, dispuesto a condenar hoy lo que ensalzó ayer, sin otro instinto propulsor que la gula. Así es, así ha sido y así será siempre por los siglos de los siglos, el mundo monstruoso del capitalismo. ¿Cómo va a ser de otro modo, si no tiene otra filosofía, otra norma que ajuste el ritmo de sus actos, que la del lucro particular, el beneficio de cada uno para cada uno? ¿Qué otros frutos puede dar esta filosofía de gorilas?

     Por un momento los véis unidos, abrazados estrechamente en la más íntima y edificante comunión de pensamiento. Y os parece que aquello es la paz. Pero ¡ay!, no es la paz. Es simplemente una reunión de lobos que están en acecho de algo que comer, de algo que repartirse. Pero aquel mismo apetito que los une un momento los desune un momento después. Basta que sobrevenga un incidente cualquiera que encienda la chispa de los recelos -latente siempre allí donde no hay otra cosa que hocico y mandíbulas- para que al aparente concierto de voluntades suceda un concierto de gruñidos... y a Dios que reparta suerte.





VOCABULARIO      CONTEXTUAL





 1.Capitalismo= Doctrina económica fundada en el predominio del Capital sobre el Trabajo como elemento de poducción y creador de  riqueza.

   2.Inconsecuente= Que obra con falta de arreglo a sus principios.

  3.Impulsivo= De proceder irreflexivo.

  4.Atrabiliario= Destemplado, violento.

  5.Feroz= Que obra con crueldad y dureza.

 6.Instinto propulsor= Impulso o propensión maquinal e indeliberada que lo impele hacia adelante.

  7.Gula= Apetito desordenado.

 8.Lucro particular= Ganancia o provecho propia, privada, individual.

  9.Edificante= Que da buen ejemplo.

10.Comunión= Que es admitido de todos o de la mayor parte.

11.Acecho= Acción de observar y aguardar cautelosamente con algún propósito.

12.Recelos= Acción y efecto de temer, desconfiar y sospechar.

13.Latente= Oculto, escondido. En potencia.

14.Aparente concierto= Que parecen ser de común acuerdo, pero no lo son.

15.Gruñidos= Voz del cerdo.





viernes, 26 de septiembre de 2025

EL MONSTRUO DEL CAPITALISMO

 


      EL MONSTRO DEL CAPITALISMO

(Fragmento del artículo de 1920 Puerto Rico, Cementerio de Vivos)

     Un día... se me invitó a hacer un pequeño discurso en una escuela de las más concurridas de Ponce, la segunda ciudad de la isla. Pues bien, el discurso se tuvo que interrumpir, porque en las filas de los niños, que formando un semicírculo se extendían ante mí, se produjo un movimiento de alarma. Había caído un niño con un desmayo. Yo iba a hacer una broma atribuyendo el desmayo a los efectos de mi fulminante “elocuencia”, cuando se me acercó una profesora de la escuela y me dijo: “Se trata de un niño pobre que seguramente no ha comido. Son muchos los casos de vahidos semejantes, y todo, porque los pobresitos se tienen que venir a la escuela sin haberse echado nada al estómago”... ¡La broma se me heló en los labios!
     Por eso hoy... siento más que nunca que se me encienden en la sangre los fervores de la cruzada anticapitalista a que he jurado consagrar el resto de mi vida.
     En la palabra anti-capitalismo, guardaos de leer -brutos de aquí y allá que me escucháis- odio tonto y mezquino al capitalista, pues no es el individuo, sino el sistema, el que tiene la culpa de todo. Es el sistema infame el que produce esa deformidad social que se llama el pobre, junto a esa otra deformidad social que se llama el millonario. Porque tan triturado está entre los dientes del sistema el estómago del pobre como el espíritu del rico, y más compasión merece el que por ser rico nutre su caja de la comida del pobre, que el que por pobre no puede comer.
     El sistema, a primera vista, parece que revienta a los miles en beneficio de los unos, pero, visto a fondo, todos resultamos reventados. Si es doloroso, si es trágico ser pobre, más doloroso y más trágico es, para un hombre de veras civilizado, el no sentirse otra luz en el alma durante toda una vida que el siniestro parpadear de lamparilla de las ambiciones rateriles y acaparadoras.





VOCABULARIO CONTEXTUAL




1.Monstruo= Dícese de las cosas muy crueles, malvadas o perversas.
   
2.Capitalismo= Régimen económico fundado en el predominio del capital como elemento de producción y creador de riqueza.

3.Fulminante= Aplícase a las cosas que dejan una gran impresión.
   
 4.Heló= Que detuvo la acción, que quedó en suspenso.
   
 5.Encienden= Que incitan, enardecen, avivan, exaltan.
   
 6.Fervores= Celo ardiente con que se hace una cosa.
   
 7.Cruzada= Trabajo que se emplea en propagar o combatir una idea.

 8.Guardaos= Voz con que se advierte a uno de abstenerse de hacer algo.

 9.Brutos= Necios, ignorantes, torpes, incapaces.

10.Mezquino= Ruin, bajo, indigno.

11.Deformidad= Calidad de desproporcionado. Error grosero.

12.Triturado= Atribulado, atormentado, afligido.

13.Nutre su caja= Medrar. Aumentar su caudal a riqueza.

14.Revienta= Que causa gran daño.

15.Luz= Finalidad, objetivo, ambición

16.Siniestro= Infeliz, funesto o aciago.

17.Rateriles= Viles, ruines en los tratos y negocios.

18.Acaparadoras= Que se apropian en todo o en gran parte de ciertas cosas.

miércoles, 6 de agosto de 2025

PARA LA MUJER NUEVA, HOMBRES NUEVOS

 


         PARA LA MUJER NUEVA, HOMBRES NUEVOS

(Fragmento del artículo de 1922 Nuestro Machismo)

    

        En el seno de éste nuestro pueblo más manso que un cordero no pasa un día sin que en alguna parte un marido, novio o amante despechado la emprenda a cuchilladas o a tiros con alguna infeliz mujer.
     ¿Cuál es la causa de este lamentable fenómeno social que presenciamos con tanta frecuencia? Yo no presumo de psicólogo ni de sociólogo profundo, pero me parece a mí claro como la luz que la causa de estos constantes y horribles atropellos contra la humanidad femenina se debe al choque de nuestro bruto machismo ancestral con la realidad de una civilización nueva que nos ha impuesto de hecho la aceptación de una parcial emancipación de nuestra mujer.
     En todo hemos evolucionado; tenemos carreteras, tenemos servicio sanitario, nuestras casas están mejor ventiladas, comemos y vestimos mejor. Pero en lo que respecta ¡ay! a nuestras relaciones con la mujer, ni una pulgada hemos adelantado: seguimos para ellas tan bárbaros como en los recios tiempos de Hernán Cortés. ¿Qué de extraño tiene, pues, que del choque entre ésta nuestra barbarie ancestral y las nuevas costumbres que  han ido ensanchando el horizonte social de la mujer, se originen los conflictos, trapisondas y belenes -muchos de ellos sangrientos- que registra la crónica?
     Para una persona civilizada, un no rotundo de una mujer pone fin a la cuestión, al pleito amoroso, al problema pasional planteado por él. Basta ver y respetar en la mujer una persona tan libre y responsable de sí misma como nosotros, basta mirarla con la ternura y reverencia con que la sabe mirar un yanqui, para que, sobre el ímpetu salvaje de nuestras pasiones, impere nuestro orgulloso deseo de no rebajarnos, de no envilecernos ante nuestros propios ojos procediendo con la grosera violencia de un patán. ¿Se enamoró de otro o se cansó de nosotros, o por alguna causa dejamos de ser objeto de su espontánea predilección? Pues si somos machos y no hombres de hábitos civilizados, si tenemos aún el bárbaro concepto fetichista que tuvieron de los fueros de sus pantalones nuestros antepasados, venga la espada o el revólver... y a tiros o cuchilladas con la infeliz que se atrevió a desviar de nuestros encantos insuperables sus sacrílegos ojos. Pero, hemos perdido en el curso de nuestra evolución espiritual el machismo de cuartel de nuestros abuelos, para volvernos hombres, y, como tales hombres, respetuosos de toda opinión o resolución emanada de una personalidad tan libre como la nuestra, y ya el acto de fuerza no se produce, no puede producirse. No puede producirse, porque hemos incorporado, por la reflexión y el hábito, a nuestro subconsciente una fuerza mucho mayor que la de nuestra tosca vanidad de macho sublevada: la fuerza espiritual del respeto a nosotros mismos que nos subyuga con una sensación horrible de sonrojo cada vez que cedemos a un instinto bajo con sacrificio de otro instinto noble.
     Resumen: que en presencia del nuevo hecho social inevitable -porque ha sido provocado por causas económicas- de la parcial emancipación de nuestra mujer, no nos queda otro remedio que reajustar toda nuestra vida de relación con el otro sexo de tal suerte que, en nuestras crisis con la mujer, nuestro orgullo consista, no en acudir al garrote o el cuchillo o la bala, como un vulgar matón de cafetín, sino en hacernos a un lado, quitarnos gentilmente el sombrero y decir con toda urbanidad: “Señora, puesto que no se manda en el corazón y no soy tan estúpido que aspire a imponer por la fuerza lo que no se me da de buen grado, sírvase aceptar, con la rendida expresión de mi respeto, la seguridad de que no la he de molestar jamás. Adiós”. Eso, o cualquier cosa por el estilo, teatral y campanuda al principio hasta que nos vayamos acostumbrando al acto sencillo y llanote, es lo que deben aprender a hacer en los casos difíciles nuestros Romeos y Otelos. De lo contrario seguiremos, con nuestro machismo fanfarrón y gorilesco, dando el salvaje espectáculo de matar mujeres con la misma facilidad de quien mata gallinas. Para la mujer nueva que nos impone por la fuerza la evolución económica y social de nuestro pueblo, es hora ya de aprender a ser hombres nuevos, esto es, hombres de tal actitud mental ante el otro sexo, que pase definitivamente a mejor vida, muerto o ridículo, el tipo rezagado, el héroe echegaráico, vanidoso, fanfarrón y asesino, que en un conflicto pasional cree cubrirse de gloria disparando un revólver a blandiendo un puñal.



VOCABULARIO CONTEXTUAL



1.Despechado= Con resentimiento porque no fue elegido o porque fue rechazado.

2.Bruto= Torpe. Necio, que obra como falto de razón.

3.Machismo= Actitud social y comportamiento de quien discrimina a las mujeres por considerarlas inferiores respecto de los hombres y concede a éstos derechos absolutos sobre ellas.

4.Recios= Rigurosos, severos, inflexibles, austeros. 

5.Trapisondas= Embrollos, pendencias, riñas.

6.Salvaje= Brutal, implacable, sañudo.

7.Patán= Hombre tosco, rudo, grosero.

8.Machos= Mulos= Hombres bravucones.

9.Fetichista= Perteneciente a las creencias no basadas en la razón.

10.Fueros= Poderes, privilegios. Arrogancias, presunciones.

11.Teatral= Con estudio y afectación (fingimiento, simulación) exagerada.

12.Campanuda= De modo grandilocuente, retórico, florido.

13.Llanote= Aumentativo de sencillo. Claro y sin presunción.

14. Héroe echegaráico= Refiérese a los personajes en las obras de José Echegaray (1832-1916), ganador del Premio Nobel de Literatura de 1904.

15.Fanfarrón= Presumido, petulante, insolente, engreído.

16.Gorilesco= Que se asemeja a los gorilas. Dícese de los individuos que actúan con violación de los derechos de los demás.





domingo, 27 de julio de 2025

SOBRE EL DIVORCIO

 


                               SOBRE EL DIVORCIO

(Fragmento del artículo de 1915 Sobre el Divorcio

     Todavía hay por ahí paquidermos que, no conformes con este restringido y canijo derecho al divorcio que reconoce tímidamente la ley, pugnan por borrar de una plumada todo lo legislado sobre el divorcio, para volvernos a los tiempos bárbaros en que no existía medio legal ninguno para poner término a la infernal situación de un matrimonio mal avenido.
     No paran mientes estos espíritus espesos en que todo lo que se diga en contra del divorcio resulta siempre dicho como para herir de muerte al matrimonio, pues es bien claro que sin matrimonios fracasados no habría divorcios, y que, por consiguiente, mientras más se nos llame la atención sobre la abundancia de los divorcios, más de relieve pondremos la abundancia, mayor aún, de los matrimonios desquiciados.
     No deben andar muy cómodas las parejas dentro del matrimonio cuando son tantos los que buscan la puerta o el agujero de la ley para escaparse. Nadie se va de donde está a gusto.
     ¿Queremos, en resumen, que no haya divorcios? Pues reformemos el matrimonio hasta hacerle cómodo, fácil y agradable, hasta hacerle compatible con la libertad y felicidad humanas, y ya nadie querrá escaparse por muchas puertas o ventanas que se le abran.
     ¿Que, después de ensayarlo, resulta imposible hacer del matrimonio una cosa buena, bonita y barata, compatible con la libertad y bienestar humanos?
     Pues entonces, abajo el matrimonio. ¡Sálvense las personas y mueran los principios!





VOCABULARIO   CONTEXTUAL




 1.Paquidermos= Aplícase a las personas con caracteres comparables en algo, como la piel gruesa y dura, al hipopótamo, el jabalí o el cerdo.
  
  2.Canijo= Pequeño, débil, raquítico.

  3.Pugnan=  Que procuran, se esfuerzan o luchan con tesón por el logro de algo.
 
  4.Borrar de una plumada= Borrar de un plumazo= Indica la manera rápida y expedita de abolir o suprimir una cosa.

  5.No paran mientes= Que no cesan de considerar y meditar sobre algo con particular cuidado y atención.

  6.Espíritus espesos= Dícese de las personas impertinentes e inoportunas que molestan con sus exigencias y su exceso de susceptibilidad.

  7.Desquiciados= Refiérese a situaciones violentas, fuera del orden o estado natural.

  8.Cómodas= A gusto, convenientemente.





sábado, 19 de julio de 2025

GUAPERIAS

  


                                      

                                    GUAPERIAS

(Artículo de 1920)



     Batlle Ordóñez se ha cubierto de gloria en estos días dándonos una prueba más de que es hombre de muchos pantalones. El cable nos cuenta, con lujo de sibaríticos pormenores (estas epopeyas gustan todavía de un modo atroz), cómo Ordóñez le partió el corazón de un balazo a su colega el diputado Beltrán, y cómo éste es, desde enero para acá, el segundo enemigo que despacha en el terreno de los caballeros. ¡Es mucho hombre este truculento y tremebundo Batlle Ordóñez! Le dan a uno ganas, ante hombres así, de darse unos porrazos en el pecho y salir cantando como gallo. ¿Quién iba a creer que allá en Montevideo, ciudad de cuya refinada cultura moderna se nos ha dicho tanto, perdura aún, fresquecito, el guapetonismo caballeresco medioeval? ¡Bendito sea Dios! Pensar que después de tanto herrerareisigmo y rodoísmo estamos todavía tan poco desbastados que no sepamos discutir ningún asunto sin caer en la grosería plebeya de los desahogos y denuestos personales y de estos desahogos y denuestos, en las bofetadas, patadas, palos, pedradas, cuchilladas o balazos...
     “Al campo don Nuño voy, -donde probaros espero...” He aquí compendiada toda nuestra psicología de relación en materia de controversias. En este particular estamos tan adelantaditos como en los felices tiempos del Cid Campeador y Diego García de Paredes.
     Pero no vayan a creer ustedes que milito entre los adversarios del duelo a la manera norteamericana. Para ellos, para los norteamericanos, el duelo es costumbre ridícula y propia sólo de latinos cabecicalientes. Lo cual no significa que entre ellos estén eliminadas las riñas cuerpo a cuerpo en que culminan, allá como aquí, los desahogos y denuestos. Lo único que ellos han hecho es suprimir el ceremonial caballeresco, pero están tan dispuestos a entrarse a trompadas o balazos con un adversario deslenguado como nuestros hermanos latinos que cultivan aún el deporte de ventilar sus diferencias en el campo de idiotez de don Nuño. Es cuestión de forma, pero tan bárbaro es el que trompea o acuchilla a su enemigo sin ceremonial, como el que lo hace a la clásica usanza caballeresca. Y puesto a escoger, por lo que a mí me toca, entre dejarme romper quijada o costilla por un bruto, y dejarme perforar el cuerpo con florete o bala en el campo del honor, prefiero lo último, forma de barbarie más atenuada, al fin y al cabo, que la plebeya riña sin ceremonial al crudo estilo americano.
     La enfermedad no está en la sábana. El mal no está en la forma, sino mucho más adentro: en la manía grotesca de asociar el honor con el daño personal inferido al adversario. Tantas bofetadas, o puñaladas, o balas, dadas o recibidas, otros tantos quintales o toneladas de honor que quedan reinvindicados. Me llamó usted necio, o pelagatos, o estafermo, o canalla, o bandido, o cualquiera de las bajas expresiones coléricas que aún quedan en nuestro poco evolucionado léxico, pues ya tengo el deber de honor de romper o dejarme romper la nariz, la quijada, una o varias costillas y, si a mano viene, el corazón. Mientras más averías físicas resulten del encuentro, más limpio y resplandeciente queda el honor y más resoplante de orgullo el vencedor. ¡Ni más ni menos que si en lugar de hombres se tratara de mulos o jabalíes! En este punto, cualquiera ve que el carrero y el mozo de cuerda coinciden, en su psicología, con el más cultivado intelecto. Mucho orgullo, muchos humos de superioridad sobre los que carecen de nuestro mismo grado de educación... y sin embargo, en las normas fundamentales de nuestra vida, en la manera de entender cosa tan alta y delicada como el honor, tan toscos, tan primitivos, tan desaforadamente mulos los unos como los otros.
     Se me objetará que hay ofensas serias y que el no tomarlas en cuenta nos presentaría como unos cobardes. Pero yo replico que el llamarme canalla, o bandido, o perro, no es tal ofensa más que en la cabeza de un tonto. Un epíteto, mientras más grosero y más sucio sea, menos me puede herir. Al que hiere en realidad, al que pone en evidencia como un ser inferior e infeliz, menos digno del odio que de la conmiseración, es al procaz adversario que me lo echa al rostro por no tener cosa mejor en su intelecto con qué defenderse. Un epíteto, como no prueba nada, como no contiene pensamiento alguno, es menos que un estornudo, sólo puede soliviantar a los que, por haber venido al mundo con la psicología de los gallos, temen perder algo si no responden materialmente, con golpes o balas, a la provocación de un imbécil.
     Pero, y si a usted, señor --se me ha dicho varias veces-- le nombran la familia o le imputan alguna acción bochornosa, ¿se va a quedar tranquilo? Y yo repondo: Sí; me quedaré tan tranquilo y tan impasible como un ladrillo. Si es verdad, mi mayor orgullo, si soy hombre que valga dos cuartos, debe ser el no rehuir las verdades, ni las agradables ni las desagradables, ni las mías ni las ajenas, por nada del mundo. Y si es mentira... vive Dios, que si yo no supiera despreciar la mentira, si yo descendiese jamás hasta el extremo de ruindad de temblarle a un embuste, ¡me ahorcaría en el acto de asco de mí mismo!
     Pero es más. Es que si verdaderamente fuésemos tan educaditos y refinaditos como alardeamos de ser desde que aprendemos cuatro paparruchas en un colegio, y tuviéramos sobre el palurdo algo más que la calidad de la ropa y el pulimento de las maneras superficiales (maneras que se le pueden enseñar a un mono en menos de un trimestre), en lugar de complacernos en el daño corporal producido al adversario, sentiríamos horror ante la sola idea de ese daño. Yo, Juan, salto al campo con Pedro y le pego o me pega. Pues bien; si yo, Juan, soy algo superior al pobre palurdo de la calle en mi sensibilidad y en mi entendimiento, es evidente que saldré siempre perdiendo. Si me pegan, por el dolor y las consecuencias de los golpes. Y si yo pego, porque me avergonzará y me dolerá como un feroz reproche el espectáculo de los golpes o heridas que le dí a mi adversario.
     ¿Quién que así piense no encuentra en sí mismo reservas de valor (el verdadero, el espiritual, el único) suficientes para no convertir jamás --aunque pase ante el vulgo por cobarde-- un conflicto de ideas, una controversia cualquiera, en un motivo de boxeo o de duelo?
     Ese mismo pendenciero Batlle Ordóñez, que en lo que va del año a despachado en el campo de don Nuño a dos de sus adversarios, ante este alto y genuino concepto del valor --del gran valor, floración del espíritu, que llevó a Tolstoy a reñir con su casta, y a San Francisco de Asís a hermanarse con el lobo y la pantera y a Cristo a llevar su mensaje de renovación social lo mismo a la casa del bueno que a la casa del malo-- se queda chiquitito. Porque ¿cuánto apuestan ustedes a que éste señor, este Pepe el Tranquilo de Montevideo que mató a Beltrán de un pistoletazo, no es en el fondo más que un cobardón infeliz que se muere de miedo al solo anuncio de que se va a decir o a creer de él tal o cual cosa?






VOCABULARIO    CONTEXTUAL



  1.Batlle Ordóñez= José Pablo Torcuato Batlle Ordóñez (1856-1929)= Sirvió como Presidente de la República de Uruguay en tres períodos distintos; primero interinamente del 5 de febrero de 1899 al 1 de marzo del mismo año, luego como el 19° presidente constitucional de 1 de marzo de 1903 al 1 de marzo de 1907 y más tarde como el 21° presidente constitucional del 1 de marzo de 1911 al 1 de marzo de 1915.

2.Sibaríticos= Se dice de las cosas que se hacen con placer o deleite.

3.Beltrán= Washington Beltrán Barbat (1885-1920)= Escritor, periodista, abogado y político uruguayo.

4.Truculento= Que asusta por su exagerada crueldad.

5.Tremebundo= Horrendo, que hace temblar.

6.Herrerareisigmo y rodoísmo= Refiérese a la influencia cultural de estos dos grandes de la literatura uruguaya y mundial: Julio Herrera y Reissig (1875-1910) y José Enrique Rodó (1871-1917).

7.Desbastados= Educados, sin rusticidad. Civilizados.

8.Grosería= Descortesía, falta de urbanidad, rusticidad, ignorancia.

9.Plebeya= Perteneciente al vulgo, al populacho.

10.Desahogos= Dar rienda suelta a un sentimiento o queja para aliviarse de ellos.

11.Denuestos= Injurias, afrentas o ultrajes graves.

12. "Al campo don Nuño voy"= Verso de La Venganza de Don Mendo, de Pedro Muñoz Seca, donde se satiriza el honor tradicional.

13.Cabecicalientes= Cabeciduros= Testarudos.

14.Trompadas= Golpe dado con la trompa (prolongación de la nariz de algunos animales). Usada para cargar la acción del mayor sabor posible a animalidad.

15.Deslenguado= Malhablado, insolente, lenguaraz.

16.Florete= Espada.

17.Pelagatos= Hombre pobre y desvalido y a veces despreciable.

18.Estafermo=Simplón, pelele, mequetrefe.

19.Resoplante= Envanecido, presumido, engreído.

20.Carrero= Carretero = El que guía las caballerías o los bueyes que tiran de las carretas.

21.Mozo de cuerda= Persona que se ponía antiguamente en los parajes públicos para llevar cosas de carga o para hacer algún otro mandado.

22.Procaz= Desvergonzado, atrevido.

23.Soliviantar= Mover el ánimo de alguien para inducirle a adoptar una actitud hostil.


24.Paparruchas=Tonterías, estupideces, necedades.

25.Palurdo= Se refiere despectivamente al cuerpo como algo tosco, ordinario. Persona tosca, ignorante, patán.

26.Pulimento= Mejoramiento, afinamiento, 
perfeccionamiento.


27.Pepe el Tranquilo= Figura folklórica del toreo español. Es 
el "valiente" que se para frente al toro sin moverse, como si 
no le importase nada.