domingo, 30 de marzo de 2014

NOS EQUIVOCAMOS






NOS EQUIVOCAMOS
(Fragmento del artículo de 1919 Guijas y Guiños (3))


     La máxima cristiana de “amaos los unos a los otros” de que nadie ha hecho caso durante veinte siglos, se nos va convirtiendo en los días que corren en la única escapatoria posible que nos ofrece a los hombres para salir de los terribles atolladeros económicos en que estamos hundiéndonos más y más.
     Creímos que con haber metido a Cristo en un altar y rezádole allí diariamente  cuatro compungidos padrenuestros y seis avemarías, habíamos cumplido, y  quedábamos en perfecta libertad de ser en nuestros tratos privados y públicos todo lo anticristianos y satánicos que nos diera la gana... y ya estamos viendo  cómo en eso -al igual que en otro millón de cosas- nos equivocábamos.
     Cristo, pues -a quien tratamos de sobornar con rezos y retóricas para que se callara la boca y nos dejara hacer- se ha desquitado. Su máxima dulzona de profeta chiflado de que no hicimos caso, va adquiriendo para nosotros la dureza imponente de un garrote y la inexorabilidad de una ley.





VOCABULARIO





  1.Máxima= Regla o norma de conducta de contenido moral o educativo admitida por todos los que profesan una ciencia o religión.
   
  2.Rezádole= Forma anticuada para darle resplandor especial a la frase.

  4.Compungidos= Llorosos, afligidos, contritos.
  
  5.Sobornar= Corromper a uno con dádivas para lograr algo de él.
  
  6.Retóricas= Dícese del arte de embellecer la expresión de los conceptos dándole al lenguaje el efecto necesario para deleitar, persuadir o conmover.
  
  7.Chiflado= Que tiene perturbada la razón.

  9.Inexorabilidad= Que no se puede evadir.






miércoles, 26 de marzo de 2014

CARIDAD TASADA Y CARIDAD ROMANTICA






CARIDAD TASADA Y CARIDAD ROMANTICA
(Fragmento del artículo de 1919 
La Leyenda Benaventina (4))
 

     Tan antipática es una como la otra, porque todas son caridades, esto es, limosneo, esto es, envilecimiento, degeneración y ruina total de la dignidad humana. Ahora lo que nos preocupa no es este pobre ni aquel pobre, sino la fábrica colosal de pobres que hay escondida en el mismo centro de nuestro monstruoso sistema social. Mientras funcione esta siniestra fábrica de nada vale que usted le mate el hambre a Juan o a Pedro, porque en el instante mismo que está usted refocilando su conciencia con ese acto caritativo más o menos barato, está la “fábrica” siniestra, que no para nunca, vomitando a la calle un millón más de desvalidos Juanes y Pedros y Franciscos... La caridad de los buenos es ahora más difícil, porque no puede consistir en otra cosa que en el pronto y total derribo de la fábrica.





VOCABULARIO
  



  
  1.Caridad= Limosna que se da, o auxilio que se presta a los necesitados.

  2.Tasada= Limitada, escasa, restringida.
  
  3.Romántica= Generosa, abundante, espléndida.
  
  4.Limosneo= Acción de pordiosear, mendigar.

  5.Colosal= Gigantesca, enorme, inmensa.

  6.Siniestra= Funesta, nefasta, aciaga.

 7.Refocilando= Recreándose, complaciéndose, deleitándose.

 8.Barato= Dícese de las cosas o las acciones que se logran con poco esfuerzo.

  9.Vomitando= Creando, arrojando, lanzando.






sábado, 22 de marzo de 2014

POSTULANDO






POSTULANDO
(Artículo de 1915)

     La muerte de Rodríguez Cabrero...
     Yo no me resigno a ver cómo todo el mundo puertorriqueño parece conmovido y lloroso ante esta muerte.
     Yo no tengo cachaza bastante para soportar en silencio que mis amigos don Juan, don Antonio y don Pedro, respetables señores que sólo se han preocupado en su vida de si le va a llover o no le va a llover un bonito aguacero a su caña, o a la caña de su colono, o a la caña de su parroquiano, se hagan ahora los blandos de corazón y lloren a moco tendido la muerte del notable escritor.
     Yo no aguanto tampoco, sin un chillido de protesta, que don Juan, don Antonio y don Pedro, en un arrebato de baldía ternura por el muerto, hablen ya de iniciar una colecta para mausoleos y ediciones de sus obras... No lo aguanto ¡vive Dios! porque yo también me he de morir tarde o temprano, y sería atroz que don Juan, don Antonio y don Pedro, que han dejado reventar de miseria y de dolor y de abandono a todos los que aquí han hecho desinteresada labor literaria o patriótica, salieran, muerto yo, a colmar de agasajos mi hediondo cadáver, que nada vale, después de haberse pasado la vida sin mover un dedo de la mano para hacer feliz de un modo práctico, esto es, regalándole una casa y diez mil dólares, a Nemesio Canales, vivo, que vale tantas veces más que su cadáver.
       ¿Qué diablos saca ahora el pobre escritor de alma generosa y bohemia que le dio gratis todo el oro de su talento al país, con que don Juan, don Antonio y don Pedro que sabiéndole más que pobre que Cervantes, nunca le regalaron un peso, ni siquiera le compraron espontáneamente un libro, salgan ahora metiéndose, todo compungidos, dentro de una cursi y siniestra levita, para ir a su entierro, y le llamen "insigne" y "gloria de la patria", y estén dispuestos a contribuir para un monumento y para una edición póstuma de sus trabajos?
     ¿Qué diablos saca don Román Baldorioty -que vivió y murió en la indigencia porque se pasó la vida trabajando por su país- con que le dediquen cada año dos o tres discursos laudatorios y le pongan su nombre a una escuela y una plaza, mientras el mismo país que se reconoce deudor del enorme sacrificio de toda una vida tolera que la familia del gran benemérito viva pobre, pobrísima en un rincon de Ponce? ¿No es un idiota y cruel sarcasmo que se hagan fiestas a la sombra de don Román, mientras los pobres seres carne de su carne y sangre de su sangre, carecen de todo?
     Yo pido de rodillas a este mi cicatero país (el más cicatero de la tierra), que medite bien sobre lo que he hecho y sobre lo que puede esperar que yo haga todavía como artista o pensador, y si es que tiene idea de que mañana me ha de prodigar adjetivos y ha de glorificar mi pluma, que no cometa, ¡que no cometa, Dios santo y bendito, la estúpida crueldad de sentarse a esperar tranquilamente a que yo reviente de fatiga o de miseria, para salir después babeándose de ternura ante mi cadáver y llamándose mi admirador y mi amigo!
       Que se abra ahora mismo una investigación, y si se encuentra que soy, en el orden del arte o del pensamiento, algo digno de admirarse y de quererse y de mimarse, que se proceda acto seguido a declararlo así, y a rodearme ahora que estoy vivo, de aquellas comodides que sólo puede proporcionar el dinero; el cual dinero ya se sabe que no llega jamás al bolsillo infeliz del que trabaja en obra de pura belleza o puro pensamiento. Ahí está el ejemplo de la práctica Inglaterra, que le pasa un regia pensión a un poeta, para que viva bien, sin preocupaciones, ni cuidados mezquinos, y pueda cantar a sus anchas para recreo y orgullo de sus conciudadanos. Ahí está Cuba, haciendo cosa parecida con Montoro, el tribuno, y ahí está, en fin, España con Galdós.
       Síganse alguna vez los buenos ejemplos, ya que tanto hemos seguido los malos, y cójase aquí a un artista o pensador de quien se sospeche que pueda ser mañana una luz de inmortalidad, y estimúlese a la juventud puertorriqueña mediante el bello espectáculo de una colecta pública y copiosa para dotar al artista o pensador favorecido con una buena casa y una buena renta.
       Por lo que a mí toca, yo me conformaría con que simplemente me compraran los libros que produzca; por más que tendría mucho más gusto en agradecer a ms coetáneos el regalo de una casa y diez mil dálares, o los diez mil dólares solamente.
       Don Juan, don Pedro y don Antonio: buenos y afables amigos míos que os llamáis mis admiradores y celebráis y queréis muchísimo..., y tenéis más dinero del que necesitáis para que el día de vuestra muerte os llore de felicidad el yerno; por Dios, por vuestras respectivas madres, por lo que más queráis: no me admiréis y celebréis tanto, y poned aparte, cada uno de vosotros, por una sola vez, la décima parte de vuestras enormes rentas de un solo año, y apresuráos a daros el gustazo de asegurar con esa suma el bienestar de este pobrete que algunas veces logró conmoveros y deleitaros con el noble esfuerzo de su pluma. Pero ya verán ustedes, como don Juan, don Pedro y don Antonio siguen tan campantes, sin hacerme caso, esperando, para mostrarse buenos y solícitos conmigo, a que mi carne esté insensible, y podrida, y hedionda, dentro de un ataúd...





VOCABULARIO

  


  1.Rodríguez Cabrero= Luis Rodríguez Cabrero (1864-1915), Periodista, crítico de teatro, escritor de cuentos y poeta puertorriqueño.


  2.Cachaza= Parsimonia, templanza, sosiego, frialdad de ánimo.


  3.Atroz= Cruel, inhumano, inclemente.

  4.Don Juan, don Antonio, don Pedro= Nombres equivalentes a Fulano, Mengano y Zutano, pero con el "don" antepuesto simbolizan a los que detentan el poder en la sociedad.

  5.A moco tendido= Frase coloquial que implica exageración, exceso, en las expresiones de dolor.

  6.Baldía= Vana, inútil, innecesaria.

  7.Reventar= Agotarse, agobiarse, extenuarse.
  
  8.Colmar= Dispensar con generosidad.

  9.Román Baldorioty= Román Baldorioty de Castro (1822-1889), patriota puertorriqueño fundador, en 1887, del Partido Autonomista Puertorriqueño que demandaba del gobierno español un sistema autonómico para la isla de Puerto Rico.

10.Indigencia= Pobreza extrema.

11.Laudatorios=Elogiosos, lisonjeros, halagadores.
  
13.Benemérito= Merecedor de elogios y de honores por méritos o servicios.
  
14.Sarcasmo= Burla o ironía cruel y humillante.

15.Cicatero= Miserable, mezquino, que escasea lo que debe dar.
  
16.Prodigar adjetivos= Expresar generosamente las cualidades de una persona.

17.Campantes= Despreocupados, indiferentes, apáticos.

18.Solícitos= Atentos, obsequiosos, complacientes, serviciales.







    

martes, 18 de marzo de 2014

ASI SOMOS






ASI SOMOS
 (Fragmento de los artículos de 1914 y 1916 Nuestra Psicología Vista
Desde el Muelle y de Meditaciones Acres respectivamente)

     Callados y tristes: así estamos siempre, así vivimos, así somos. Nuestros abuelos le enseñaron a nuestros padres a trabajar, a gruñir, a bostezar, a dormir. Trabajo y gruñido en las horas del día, bostezo y sueño durante la noche. Nuestros padres nos enseñaron a su vez a nosotros a trabajar, a gruñir, a bostezar, a dormir, pobre norma de vida que viene de lejos, de los sórdidos tiempos del palurdo inmigrante que venía dispuesto a echar los hígados detrás de un mostrador hasta amasar una fortuna, que apenas le servía, ya viejo, para cruzar el charco y darle su barriga y su reuma en espectáculo a los vecinos de su pueblo.
     Para nuestro callado y triste y seco espíritu de pueblo de aluvión, hecho de arenas y detritus arrastrados de otros pueblos, todo el hechizo incomparable de nuestra tierra es una leyenda, un mito, embeleso y música celestial de poetas sin oficio. Y junto a la gracia inefable de nuestras montañas, de nuestros palmares, de nuestros ríos, de nuestras noches, de nuestras mujeres, seguimos gruñendo y trabajando, bostezando y durmiendo.
     Nuestra tierra es apacible, es mansa, es dulcemente melancólica, tiene en la montaña y en el llano esguinces, languideces y mimos de nerviosa mujer enamorada. Mientras que nuestra gente es dura, huraña, seca, casi insensible, casi huérfana de efusiva bondad, de jovialidad, de franqueza, de arrebato, de amor.
     La tierra de un lado diciendo ternuras, envolviéndonos, enervándonos, hechizándonos con el perverso aroma delicioso de su feminidad; y de otro lado el hombre, alejado de ella. Aquí los árboles sólo sirven para hacer carbón y la yerba para que se la coman nuestros superiores los caballos y los bueyes. Aquí el campo es gentil y tiene siempre una canción que huele a flor de naranjo o de café y emborracha de melancolía unas veces y otras veces de loca sed de vivir y de amar. Aquí la tierra es hembra enamorada que nos tiende los brazos, pero nadie la oye. Nadie la oye, porque no somos hombres, porque dejamos de ser hombres hace ya mucho tiempo. Desde el día ya remoto en que, de guerreros y místicos que éramos, nos volvimos traficantes y pusimos feria, feria colonial americana, y enloquecidos de codicia sórdida cambalachamos el trozo espléndido de cielo que nos cupo en suerte por la tapa puerca de un barril de tocino...




VOCABULARIO




  1.Gruñir= Dar voces como el cerdo. Murmurar entre dientes o quejarse para mostrar disgusto.
  
  2.Sórdidos= Desdichados, desgraciados, infelices.
  
  3.Palurdo= Hombre tosco, basto, rústico.

  4.Echar los hígados= Trabajar afanosamente.

  5.Mostrador= Mueble para presentar la mercancía en las tiendas.

  6.Cruzar el charco= Cruzar el mar.

  7.Seco= Antipático, áspero, poco cariñoso.

  8.Pueblo de aluvión=  Constituido por personas venidas de otro lugar.

  9.Detritus= (Voz latina)= Detrito= Desechos, despojos, restos.

10.Hechizo= Dícese de lo que arrebata, suspende y embelesa.

11.Leyenda= Cosa carente de realidad.

12.Mito=  Cosa inverosímil.

13.Embeleso= Que suspende, arrebata y cautiva los sentidos.

14.Música celestial= Lo que es agradable a uno.

15.Gracia inefable= Encanto indescriptible.

16.Apacible= Mansa, tranquila, agradable.

17.Mansa= De naturaleza apacible y tranquila.

18.Esguinces=  Movimientos, gestos o ademanes hechos con el cuerpo.

19.Languideces= Flaquezas, debilidades, fragilidades.

20.Mimos= Cariños, halagos, ternuras.

21.Dura= Insensible, excesivamente severa en el trato.

22.Huraña= Insociable, retraída.

23.Enervándonos= Incapaces de permanecer en reposo.

24.Perverso= Que perturba, trastorna.

25.Místicos= Personas que se dedican a la vida espiritual.

26.Feria colonial= Mercado para vender, comprar o permutar en territorio (colonia) fuera de la nación que lo hizo suyo.

27.Cambalachamos= Que hicimos trueque por algo de poco valor.

28.Espléndido= Magnífico, abundante. Resplandeciente.

29.Cupo en suerte= Que le tocó a uno o le llegó a pertenecer.

30.Puerca= Sucia.





viernes, 14 de marzo de 2014

FRANCIA

 




FRANCIA
(Fragmento de los artículos En la Guerra, La Paz Sí, Pero... 14 de Julio
de 1915, 1919 y 1920 respectivamente)



      ¿Podrìa un genio o un grupo de genios hacer una Francia? No. Francia no salió del esfuerzo metodizado de un sabio ni de dos ni de mil. Francia es, como Grecia, una creación milagrosa de la propia naturaleza. La engendró el acaso, el misterio. La nutrieron y conservaron y adobaron los siglos. Todos los hombres superiores de todos los tiempos la admiraron y amaron hasta enloquecer por ella.
     Basta tener un poco de cultura, basta haber hojeado un poco la historia en sus más culminantes, en sus más dramáticos momentos; basta sentir un poco de reverencia por las más altas conquistas del espìritu humano, para ver en Francia, no una nación cualquiera con más o menos población, sino una especie de maravillosa orquídea hecha de las más finas esencias y decantaciones del espíritu humano.
     El vino de tu viña sagrada que dió a los hombres la divina embriaguez del rebelde -la embriaguez de tus Jaurés, Anatole France, Romain Rolland, Henry Barbusse...-, ha llegado  a ser, por fallo inapelable de la historia, el vino único de consagrar en todas las fiestas del espìritu humano... lo mismo en las de San Miguel que en las del Diablo.
     Francia es como un cráter por donde se manifiesta, hecho llama, todo lo que es espìritu en la carne.





VOCABULARIO

                                   



  1-Metodizado= Dícese de lo que se hace ordenadamente para obtener un determinado fin.
  
  2-Adobaron= Que compusieron, adornaron, hermosearon.
 
  3-Hojeado= Leer superficialmente.
  
  4-Esencias= Lo más puro de una cosa.

  5-Decantaciones= Ponderaciones, encomios, elogios. Tomar partido o inclinarse  hacia una preferencia en particular.

  6-Jaurés= Jean Jaurés (1859-1914= Escritor, conferencista, sociólogo y dirigente del partido socialista francés. De entre sus obras destácase como más notable la Historia Socialista de la Revolución Francesa.

  7-Anatole France= Seudónimo de Jacques A. Thibault (1844-1924)= Novelista, ensayista, crítico y fino humorista francés. Premio Nobel de Literatura de 1921. Se le ha llamado "príncipe de los prosistas franceses contemporáneos".

  8-Romain Rolland (1866-1944)= Escritor francés, ganó el Premio Nobel de Literatura de 1915. Su íntimo amigo y biógrafo, el escritor austríaco Stefan Zweig lo llamó "la conciencia moral de Europa".

  9-Henry Barbusse (1873-1935)= Novelista francés. Luego de tomar parte como soldado en la Primera Guerra Mundial y de ser laureado en dos ocasiones con la Cruz de Guerra se convirtió en pacifista. Su obra maestra, El Fuego (premio Goncourt del año 1917), refleja con sombría intensidad , la crueldad y las atrocidades de la guerra moderna.





domingo, 9 de marzo de 2014

NUESTROS JIBAROS






NUESTROS JIBAROS
(Fragmento del artículo de 1922 Nuestros Jíbaros

     Al tratar yo sobre los jíbaros lo habría de ser en romántico, poniéndome antes unos espejuelos color rosa para cantar entusiásticamente sus costumbres sencillas, su tiple, sus décimas, sus amores, sus tradiciones, su bohío encaramado como un ave en lo alto de una loma, etcétera, etcétera, o, en vez de calzarme los espejuelos rosa, me habría de frotar bien los ojos para tener de ellos, de nuestros jíbaros, la visión menos romántica, la más realista, y así dar de ellos la impresión que más nítidamente les presente.
     Yo arrojé hace tiempo lejos de mí los románticos espejuelos color rosa. Yo creo, precisamente, que no hay plaga humana comparable en sus estragos, en su labor perenne de destrucción, deformación o adulteración, que la actitud romántica. Eso que llaman idealización de las cosas para no verlas en su verdadero aspecto es la superchería más odiosa y nociva que es posible concebir. Hace más daño un romántico, con su sistemático afán de fingir que la realidad es de esta manera o la otra, que una docena de asesinos, ladrones e incendiarios sueltos por el mundo. Porque estos producen el caso particular de muerte, de robo, de incendio, mientras que aquél, el romántico, como tiene respetabilidad y halaga dulzarronamente nuestros instintos vanidosos, esparce en torno de sí una influencia social que contamina con su ceguera a generaciones enteras.
     De ahí que me fuera imposible escribir una sola línea en romántico acerca del jíbaro sin sublevar mi conciencia con la clara noción de la perpetuación de un inmundo delito. Idealizar el jíbaro, transfigurarle, ponerle tan lejos de sí que a tal distancia el cuadro de su vida se nos aparezca plácido y bello como el de una égloga, es una forma de insensibilidad tan cruel, que ni por todo el oro del mundo me resolvería yo siquiera a intentarlo. Pase que uno pellizque un poco su imaginación y la caldee y soliviante hasta el punto de atribuirle encantos y seducciones a lo que está lejos y uno no conoce, pero ser capaz de cerrar voluntariamente los ojos ante lo que está delante de uno, retorcido de dolor o empalidecido de agonía, ser capaz de fingir entusiasmo y cantar ante el harapo y la mugre y la llaga, significa una callosidad tan monumental, bien en la inteligencia, bien en las fibras sensibles, que sólo siendo un verdadero monstruo se puede intentar tamaña empresa.
     No, ¡vive Dios!, yo no me siento con fuerza para trazar de un modo romántico y acaramelado la trágica silueta del jíbaro. ¡El jíbaro!... Si hay algo en nuestra tierra que revele en nosotros, la clase directora, un estado de depravación moral rayano en la criminalidad, o un estado de indiferencia y apatía rayano en la imbecilidad, ese algo es nuestro jíbaro, ese ser macilento y escuálido y horrible que puebla nuestros campos.
     Nuestro jíbaro no se parece al campesino de ningún otro lugar. En todas partes el labriego es pobre, rudo, ignorante, infeliz, como último peldaño que es de esta monstruosa escala social que pone abajo a los que producen y arriba, muy arriba, a los que sólo sirven para consumir. En todas partes el labriego constituye un reproche sangriento contra la sociedad que, después de sustentarse de su sudor, le abandona a su suerte y le desprecia como vil alimaña. Pero aquí en Puerto Rico el espectáculo es más cruel que en ningún otro país que yo conozca.
     Id al campo en cualquier país de Europa o América y hallaréis que alguna vez hay una tregua en la sórdida brega, que alguna vez la pobre y ruda bestia de trabajo se pone unos trapos llamativos y el acento de una bandurria o guitarra, o mandolina, denota jubiloso en sus oídos, y las mozas y los mozos tienen su hora de inocente algazara en que el baile y la copa y la zambra les proporcionan un relámpago de goce y de olvido.
     Pero id al campo nuestro, cruzad nuestra inefable campiña de Norte a Sur y de Este a Oeste, y no hallaréis jamás nada que os cuente que la bestia infeliz que nos sustenta con sus brazos ha salido un instante de ese ritmo carcelario de trabajo y de sueño que aprisiona su vida. No oiréis la copla rústica, y si la oís será fea, monótona, entrecortada y siniestra como un hipo de moribundo, ni veréis colorines en las ropas, ni el viejo marrullero y jovial os soltará una chanzoneta, ni las mozas y los mozos entregarán sus cuerpos a la lúbrica embriaguez de un tango, de una jota, de un tamborito, de una rumba.
     No, no encontraréis más que el mismo lúgubre, espantoso cuadro de miseria, de mugre, de extenuación, de muerte. Por todas partes hombres lívidos, escuálidos, borrosos, espectrales, os saldrán al paso y en voz apagada y sonambúlica os contestarán. Por todas partes niños del vientre inflado, sin color ni alegría, os darán la horrenda sensación de una infancia deforme, de una infancia decrépita, en cuya tierna carne se ceban implacables la anemia, el paludismo, la tuberculosis. Por todas partes el bohío...
     Pero, ¿habéis mirado de cerca un bohío? ¿Habéis visto nada más miserable, que acuse un mayor desamparo, que el bohío? Paja, caña, cajones, desperdicios de todas suertes entraron en su composición, y dentro, una familia de tres, de cuatro, de diez seres humanos, en un hacinamiento de sabandijas, cumplen bajo el azul de los cielos su rito misterioso y augusto del diario vivir.
     En tanto nosotros, pasa que te pasa, por frente al bohío, pasa que te pasa en el diario trajín, sin que nada nos grite desde lo recóndito de nuestra conciencia que aquel horror humano es obra nuestra, cosa nuestra, maldad o insensibilidad o imbecilidad nuestra que nos permite ir y venir en paz sin que sintamos el lazo de solidaridad que nos hace prolongación y culminación de aquel pudridero de hombres y de niños.





VOCABULARIO





  1.Jíbaros= Nombre dado en Puerto Rico y otras partes de América a los campesinos.

  2.En romántico= De modo sentimental, idealista.
  
  3.Entusiásticamente= Con exaltación y fogosidad.

  4.Tiple= Es el más pequeño de los instrumentos de cuerda típicos de Puerto Rico.

  5.Calzarme= Usar o llevar puestos.

  6.Plaga= Calamidad, desgracia, infortunio.
  
  7.Estragos= Daño, perjuicio.

  8.Superchería= Engaño, farsa, invención.

  9.Nociva= Dañosa, perniciosa, perjudicial.

10.Dulzarronamente= Con afabilidad, agrado, dulzura.

11.Sublevar= Excitar indignación, causar deseos de protesta.

12.Inmundo= Repugnante, deshonesto.

13.Transfigurarle= Cambiarle la imagen. 

14.Égloga= Poema en que se describen escenas campestres idílicas.

15.Pellizque= Se usa para indicar que es en grado pequeño.

16.Caldee= Que active, estimule, anime.

17.Soliviante= Que inquiete o agite.

18.Llaga= Infortunio que causa pena y pesadumbre.

19.Callosidad= Dureza, insensibilidad.

20.Acaramelado= De modo muy obsequioso, halagador.

21.Macilento= Demacrado, triste, descolorido.

22.Escuálido= Flaco, consumido, enfermizo.

23.Algazara= Ruido de muchas voces juntas que por lo regular nace de la alegría.

24.Zambra= Fiesta y danza con bulla y regocijo.

25.Relámpago= Denota brevedad.

26.Inefable= Que no se puede explicar con palabras.

27.Marrullero= Astuto, taimado, sagaz.

28.Chanzoneta= Chanza= Dicho festivo o gracioso.

29.Lúbrica= Perteneciente a los deleites sensuales.

30.Embriaguez= Enajenamiento pasajero del ánimo por estar vivamente poseído  de alguna pasión.

31.Lúgubre= Triste, funesto, melancólico.

32.Borrosos= De trazos desvanecidos y confusos.

33.Espectrales= Visión más aparente que real.

34.Apagada= Débil, tenue.

35.Sonambúlica= Semejante a aquellos que durante el sueño se levantan, hablan y andan.

36.Decrépita= Ajada, mustia, marchita.

37.Trajín= Ajetreo y afán intensos.