miércoles, 1 de abril de 2015

EN LA GUERRA






EN LA GUERRA
(Fragmento del artículo de 1915 En la Guerra)


     Y Ud. Canales, ¿qué piensa de la guerra?  ¿es usted aliado, alemán o neutral? Se me ha hecho esta pregunta muchas veces, y creo llegado el momento de contestar. Al principio me hice modesto, y mdije a mí mismo que mi opinión, donde había tantas, era cosa que no valía la pena; pero luego he pensado que es hasta feo eso de no opinar nada de un acontecimiento tan colosal, de tantas y tan tremendas consecuencias para toda la humanidad. Como que por larga que sea la vida de los que vivimos ahora, bien seguros podemos estar de que nos hemos de ir al hoyo sin presenciar nada que ni siquiera se aproxime, en importancia y en fuerza dramática, al espectáculo éste de la guerra europea. ¿Y qué clase y qué dosis de cachaza habría que tener para sustraerse a toda impresión, a toda emoción, y a toda reflexión, frente a una cosa tan enorme? Como hay tanto molusco por estos alrededores que hace gala de no interesarse por nada que no rece directamente con sus sangrigordas personas, o con la caja, o los garbanzos, o el ombligo de sus sangrigordísimas personas, y que ante cualquiera otra cuestión igual, se encogen solemnemente de hombros y sueltan un grosero a mí que me importa, eso no me va ni me viene; y como sería para mí una desgracia atroz que me confundieran con ellos, quiero que conste ya de un modo claro que no ha sido por falta de emoción, sino por sobra de emoción, que me quedé callado algún tiempo en actitud de recogimiento y de silencio de la cual salgo hoy para decir que, pacífico y todo como soy hasta la misma médula, aplaudo de todo corazón el advenimiento de esta grande y hermosa carnicería en que todos los magnos y contrapuestos valores humanos se encuentran, por fin, en campo raso y se precipitan unos contra otros.
     Soy Pacífico, pero no pacifista. Si el mundo fuese una Arcadia; si, por lo menos, hubiésemos llegado a librarnos del monstruo del capitalismo que ahoga y envilece a un millón de seres humanos en beneficio de tres, o de dos, o de uno, (privilegio que las más de las veces ni siquiera tienen ellos mismos la más vaga noción del privilegio absurdo de que gozan); si el hombre, ya que no hermano, al modo evangélico, llegase a ser amigo del otro hombre y terminara así esta lucha de perros hambrientos que sostenemos perennemente por un vil mendrugo; entonces, y sólo entonces, sería yo pacifista y me parecería bien que nos desmayáramos ante la perspectiva de una gota de sangre vertida en la guerra. Pero, mientras el mundo sea lo que es, a la pelea hipócrita e innoble de perros hambrientos que sostenemos en la paz, prefiero y preferiré siempre la pelea franca y grande que ahora ensangrienta los campos europeos.
     No me gustan las cosas a medias. O peleamos usted y yo, señor Prójimo, hasta rompernos la crisma, fusil contra fusil, bayoneta contra bayoneta, y, si a mano viene, diente contra diente, y uno de los dos queda sin vida; o usted y yo nos damos un abrazo verdad en señal de una paz verdad, y nos respetaremos y ayudaremos y querremos en adelante como dos hermanos. Pero mientras mi prójimo no represente para mí otra cosa que un perro colmilludo que al menor descuido me salta encima y me quita el bocado, condenándome a peor muerte que si cayera en la guerra, me seguirá pareciendo bien que mi prójimo y yo nos topemos y acometamos noblemente, de fiera a fiera, en el campo de batalla, en vez de odiarnos y acosarnos sigilosamente, alevosamente, cobardemente, en esta lucha económica de golosos y sagaces y crueles ratoncitos a que nos obliga el estúpido molde social en que vivimos.
     No sé, ni me interesa saberlo, de quién ha sido la culpa de la iniciativa de esta hermosa guerra, pero llámese Francia o Inglaterra o Alemania la agresora, yo celebro que tal agresión haya dado lugar a la noble y grandiosa epopeya.
     Y ahora, ya expuesto lo que pienso de la guerra, veamos hacia qué lado se inclina este humilde servidor de ustedes.
     Poco me importa de parte de quién está la razón. Me parece una gran tontería eso de pararse a considerar si la razón está de parte de Juan o de parte de Pedro, cuando Juan y Pedro tienen un duelo a muerte. Si nos gusta Juan, si nos está más simpático o mejor hombre -desde nuestro punto de vista- Juan que Pedro, desearemos que sobreviva Juan, aunque Pedro esté cargado de razón. En el conflicto presente, si creemos que tal nación desempeña un papel en el mundo mejor y más simpático que tal otra, ¿hemos de desear pazguatamente que muera la que queremos que triunfe y viva la que no queremos, por el simple hecho de que ésta -la que no queremos- tiene la razón?
     No; désele la razón a ésta, o a aquélla, o a la de más allá; pero no aguardo a saber quién la tiene, porque me falta tiempo para gritar desaforadamente que allí donde esté Francia, y donde se trate de si Francia ha de vivir o ha de morir, yo he de desear que se salve Francia, aunque se salve sin razón. Si tiene razón y se salva, bien. Pero si no tiene razón y se trata, como ahora, de vencer o morir, que se salve de todos modos. Pero, pregunto yo ¿es que es posible concebir el mundo sin Francia? ¿Podría un genio o un grupo de genios hacer una Francia? No, Francia no salió del esfuerzo metodizado de un sabio ni de dos ni de mil. Francia es, como Grecia, una creación milagrosa de la propia naturaleza. La engendró el acaso, el misterio. La nutrieron y conservaron y adobaron los siglos. Todos los hombres superiores de todos los tiempos la admiraron y amaron hasta enloquecer por ella.
     Para mí Francia es como un cráter por donde se manifiesta , hecho llama, todo lo que es espíritu en la carne de la humanidad. Y vuelvo a preguntar: hay en el mundo método alguno, combinación o fórmula alguna que pueda fabricar esa fruta madura y deliciosa que se llama la boca sabia de una mujer francesa o el cerebro de un artista o pensador francés?





VOCABULARIO






  1.Al hoyo= A la sepultura.


  2.Cachaza= Abulia, apatía, indiferencia.

  3.Que hace gala= Que se jacta, se vanagloria o se alaba de algo.

  4.Rece= Que le afecte o sea de su interés.

  5.Pacífico= De ánimo sosegado, tranquilo.

  6.Pacifista= Partidario de las doctrinas que se oponen a la guerra.

  7.Arcadia= Årcades= Academia de poesía y buenas letras establecida en Roma.

  8.Sigilosamente= Con disimulo, engaño, fingimiento.

  9.Alevosamente= Con astucia, sagacidad, malicia.
10.Cargado= LLeno, colmado.


11.Pazguatamente= Cándidamente, candorosamente, ingenuamente.


12.Desaforadamente= Atrevidamente, osadamentte, audazmente.


13.El acaso= Por combinación de circunstancias imprevisibles.


14.Adobaron= Que la pulieron y refinaron con cuidado y atención.






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